En septiembre comienza la temporada alta del calamar, es la época culmen de su reproducción y en la que este molusco cefalópodo tiene su carne en la mejor calidad. No hay restaurante o bar de pinchos que se precie que no ofrezca una buena ración de calamares en su carta.
El calamar de potera es muy popular en las cocinas mediterráneas ya que es el que tradicionalmente se ha pescado en nuestra zona y con esta técnica.
La pesca tradicional con potera es todo un arte, el calamar busca aguas poco profundas cuando la noche cae, es en este momento cuando los pescadores salen a la mar para intentar engañarlos y pescarlos uno a uno. La potera es el señuelo de colores vivos que se utiliza para pescarlos, están perfectamente calibrados para estar inmóviles en el fondo para engañar a algún calamar hambriento.
Los calamares son muy caprichosos con los colores para que inciten a este voraz depredador a comerse la potera.
Este molusco de cuerpo blando y grandes tentáculos tiene un bajo contenido en calorías, pero muy alto en proteínas. Además, es una gran fuente de vitaminas A y B y de minerales. Hay mil maneras de disfrutar de este manjar marino: A la romana, en su tinta, a la plancha, relleno, en guisos, arroces… ¡Te esperamos en el Restaurante La Almadraba!